España: regeneración tardía, relevo necesario
En unos días finaliza el Mundial para España, justo cuando terminan los partidos de su grupo, con el último encuentro ante Australia con el que no se juega más que el honor y la despedida de algunos jugadores. Para muchos todo terminó en el partido ante Chile, una vez confirmada su eliminación, para otros ante Holanda, evidenciando una debilidad impropia de una selección que defendía título, para otros tantos, desde la convocatoria del seleccionador Vicente del Bosque, en la que abogaba, como siempre ha hecho, por mantener al grupo sin importar el estado de forma del futbolista y sí la persona en cuestión.
No vamos a caer en la crítica, a toro pasado, del seleccionador español. Algo que en este momento sería realmente fácil aunque para algunos, un éxito pasado permita cualquier cosa en el presente. Tampoco vamos a entrar en las polémicas surgidas tras las derrotas, declaraciones de pesos pesados, los problemas de vestuario y todas esas cosas que solo salen a la luz cuando la cosa va cuesta abajo, igual que lo bonito y las amistades aparecen cuando todo está de dulce.
Donde sí que vamos a entrar es en repasar una serie de obviedades que evidencian una de las grandes necesidades de España, como es la regeneración. Y es que es complicado ir a un Mundial con un grupo que no tiene la esperanza de ganarlo, con jugadores de la vieja guardia, con una importante carga de partidos y una edad (y desgaste anímico) ya considerable. Es tal la evidencia de que España se ha confiado más a viejas glorias que a realidades del panorama futbolístico actual, que muchos de ellos abandonarán este verano ligas de primer nivel para marcharse a esos retiros dorados en ligas donde prima más el dinero en la ficha que el balón en las botas.
¿Pero realmente, que esperábamos? En la portería con Victor Valdés lesionado, se marchó la única posibilidad de hacer competencia a Casillas. Aunque no sea justo para Reina, varias veces ha trascendido que va más como unidad de cohesión en el grupo que como una alternativa real. La solución de emergencia a la lesión del cancerbero blaugrana ha sido De Gea, quizás el hombre que debía haber asumido la portería desde el principio, pero que a todas luces no ha sido una opción para el seleccionador. Y no seré yo quien critique a Iker Casillas, que me parece que ha sido uno de los mejores porteros del mundo muchos años, pero viendo su Mundial sería mentirse a sí mismo si no aceptamos que su nivel, físico y mental ha sido paupérrimo, con errores inaceptables.
En defensa, se sabía que la marcha de Puyol, iba a afectar a la selección. Una marcha lógica por su estado físico, pero que difícilmente será suplida en carácter y profesionalidad. Sergio Ramos terminó la temporada como un tiro, aunque Pique no tanto. Albiol viene siendo ya durante años una opción de relleno, pues se prefiere antes reconvertir a Javi Martínez, suplente en el Bayern, que darle la alternativa a un central puro. En los laterales, si que se coincidía con el seleccionador. Arbeloa fue relevado justamente, para dar entrada a Azpilicueta y Juanfran que han realizado una gran temporada, mientras que Jordi Alba en el izquierdo es una pieza importante.
En el centro del campo, llegamos a una fase complicada. El trivote que ha venido defendiendo el seleccionador desde su llegada, rompiendo con lo que proponía Luis Aragonés, ha sido Busquets, Xavi y Xabi Alonso. Mientras el primero ha tenido un rendimiento regular durante la temporada, alternando partidos muy buenos con otros en los que estaba desaparecido. Xavi se marcha a jugar a Asia este verano, lo que deja claras evidencias de que ya no está para exigirse al máximo nivel, mientras que no es ningún secreto la temporada de lesiones y problemas que ha tenido el mediocentro vasco del Real Madrid. Viendo el panorama, era necesario mantener esas tres piezas del once dentro del campo. Los otros elegidos, Cesc, Iniesta (indispensable), Silva, Mata y Cazorla. Todos ellos presentes en anteriores campeonatos, aunque algunos de ellos han pasado una temporada difícil. Mención a parte merece Koke, que ha sido de lo poco que se ha renovado y con acierto en la selección.
La delantera ha sido la línea más criticada del equipo. Torres no ha tenido demasiada continuidad en un Chelsea en el que precisamente lo más criticado ha sido su vanguardia, Villa tampoco ha gozado de una gran continuidad, y más allá de problemas físicos se ha alejado de aquel Villa que deslumbraba en Valencia para permanecer a la sombra de Diego Costa. Su futuro en Australia y E.E.U.U. deja claro que no parece estar ya para competir a primer nivel a pesar de su indudable calidad. El tercero, Diego Costa. Su temporada ha sido meritoria, aunque acudir a un Mundial tras vestir solo en dos ocasiones la camiseta española es sinónimo de la escasez de ideas para el puesto que tenía el seleccionador, a pesar de que Negredo o Llorente han mejorado las cifras de los dos primeros.
Por todo esto, quizás la debacle se hubiese podido evitar. Que la selección necesita una regeneración es algo que se viene comentando ya dos años, sin embargo, el seleccionador ha optado por el conservadurismo. En su favor hay que reconocer, que aunque tenía otras opciones, los grandes talentos de este país tampoco han madurado lo suficiente para tomar el relevo.
Quizás si Isco no hubiese dado el paso al Real Madrid y hubiese mantenido su protagonismo e importancia en un equipo similar al Málaga, hubiese sido una opción más que plausible para desequilibrar entre líneas. Lo mismo ocurre con Illarramendi, que ha dado un claro paso atrás en su proyección con el fichaje por el equipo blanco y no goza de continuidad. Una realidad que si ha estado en el Mundial es Koke. El centrocampista del Atlético de Madrid, a poco que mantenga el rendimiento, va a ser un jugador importante con España. También Alberto Moreno ha formado parte de la expedición antes del Mundial, aunque defensivamente parece lejos del nivel que debe dar para poder sustituir a Jordi Alba.
Pero una vez terminado el Mundial, no solo hay que buscar culpables, sino soluciones. El futuro de la selección tiene varios nombres propios, que están adquiriendo relevancia con el paso de los años, De Gea (Manchester United) y Kepa (Athletic de Bilbao) en la portería, Iñigo Martínez (Real Sociedad), Gaya (Valencia), Hector Bellerín (Arsenal), Manquillo (Atlético de Madrid) o Marc Bartra (Barcelona) en defensa,
En el mediocampo además de los nombrados deben llegar Thiago Alcántara (Bayern Münich), su hermano Rafinha (FC Barcelona), Oliver Torres (Atlético de Madrid) y otros tantos, mientras que entre los atacantes habrá talento con Rodrigo (Valencia CF), Paco Alcacer (Valencia CF), Morata (Real Madrid) y los siempre imprevisibles Gerard Deulofeu (FC Barcelona) o Jesé Rodríguez (Real Madrid).
Todo esto sin contar con los productos que aparezcan de la inagotable cantera española y los muchos que no incluimos en este artículo. Quizás debió llegar antes, pero lo que sabemos con seguridad es que la regeneración es necesaria y debe empezar ya. Es hora de que los niños se conviertan en hombres.