El Manchester United no necesitaba a Fellaini

A nadie se le escapa que una de las opciones más perseguidas y buscadas en el mercado de fichajes, más allá del interminable fichaje de Gareth Bale o la eterna búsqueda de delantero del Arsenal, ha sido el de un futbolista que refuerce y suba el nivel en mediocampo del nuevo Manchester United de David Moyes.

El primer jugador que entró en escena fue Thiago Alcántara. El hispano-brasileño estuvo tan cerca de recalar en los diablos rojos, que el mismo cancerbero del equipo, De Gea, se apresuró en darle la bienvenida. Fue tras ganar en junio el Europeo Sub’21. Thiago fue elegido MVP de la final tras sus dos goles y sus compañeros de equipo le firmaron ese balón histórico. La dedicatoria del portero rezaba algo parecido a esto: «Enhorabuena. Nos vemos en Manchester».

Un detalle que hacía presagiar que Old Trafford sería tarde o temprano el destino del talentoso futbolista. Aunque esto fue antes de que el nuevo Bayern de Munich de Pep Guardiola, flamante campeón de Europa, seduciera al jugador con sus cantos de sirena. Estaba claro que el equipo inglés, tras la era Ferguson, buscaba un centrocampista talentoso de tres cuartos hacia delante, con cierta visión de juego, llegada y buen manejo del balón.

Los otros dos nombres propios para el Manchester United este verano han sido Cesc y Fellaini. Ambos atraían la atención de David Moyes pero la calidad y el papel secundario que en teoría iba a asumir Cesc en el FC Barcelona le hizo pujar fuerte por el español. Todo esto por supuesto, sin perder de vista a Fellaini. La negativa del FC Barcelona a desprenderse de Cesc, hizo que el Manchester se centrara en el Everton para fichar a Fellaini y Baines, pero ha tenido que esperar al último día y a última hora para conseguir la incorporación del centrocampista belga.

Está claro que Fellaini es un buen jugador. Ha rendido muy bien en el Everton, convirtiéndose en uno de sus mejores futbolistas y muy probablemente rendirá en Manchester. Sin embargo, su fútbol no es quizás el más apropiado para el juego que pretende hacer el cuadro inglés. Y es que mientras que el estilo del Everton invitaba a un juego directo muy clásico en Gran Bretaña, con balones a Fellaini para que cree una segunda jugada con su altura o utilice su corpulencia y zancada para aguantar el balón, el nuevo Manchester United de Moyes ha estado apostando por la posesión del balón sin excesos, por circulaciones rápidas, incluso al primer toque.

Fellaini no es el perfil de futbolista con visión de juego al que respondían Thiago o Cesc, aunque si tiene bastante llegada. ¿Cambiará ahora su estilo el equipo para adaptarse a su nuevo jugador o nos descubrirá Fellaini una nueva faceta, dejando a un lado ese protagonismo que tenía en el Everton dando un paso atrás para beneficio de Rooney y Van Persie? Las próximas jornadas en la Premier League nos sacarán de dudas aunque sin duda Fellaini rendirá en un equipo con tanto potencial.

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